El pasado martes 2 de septiembre el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto de ley que contempla una asunción parcial de deudas a las comunidades autónomas, por un importe total de 83.252 millones de euros. Aunque se utilice por parte de políticos y medios la palabra condonación, que parece expresar que son deudas desaparecidas, es en realidad el Estado quien las asume como propias. En otras palabras, los contribuyentes seguirán teniendo que responder de esas deudas, solo que quedan asignadas al Estado en vez de a cada una de las comunidades autónomas.
Este anteproyecto de ley, fruto del acuerdo de investidura con ERC, vuelve a castigar severamente a Castilla y León y, por ende, a los burgaleses. La asunción de deuda de Castilla y León sería de 3.643 millones de euros (en el caso de que la Junta acepte, sino podría quedarse en cero). Mucho menor que la de otras comunidades autónomas, simplemente por una mayor disciplina contable y económica en los últimos años. Esto supone que a cada habitante de Castilla y León le “quitan” 1.532 € de deuda autonómica, pero a cambio le “cargan” 1.828€ de deuda estatal. Es decir, todos los burgaleses vemos que de un día a otro deberemos casi 300€ más por persona.
Suponemos que cualquier lector expresaría su indignación si en su comunidad de propietarios le exigiesen de golpe pagar una derrama de 300 euros para así perdonar cuotas pendientes de otros vecinos que tienen mayor renta y además viviendas de mayor tamaño. Pues es lo que está pasando con nuestra provincia y nuestra comunidad autónoma.
Sin entrar en el debate sobre si el estado debe asumir o no deuda de las comunidades autónomas, Vía Burgalesa se limita a reivindicar que no se trate de manera injusta a la provincia. Para ello, pide al Gobierno de España que compense a la provincia de Burgos a través de la asunción total o parcial de deudas injustas como la deuda procedente del Consorcio del Desvío del Ferrocarril, que lastra gravemente la capacidad económica del Ayuntamiento de Burgos, la deuda contraída por otros municipios como Miranda o Aranda para sostener sus servicios públicos en los peores momentos de la crisis financiera o que invierta esas cantidades en planes reales y efectivos para la reactivación económica de comarcas deprimidas como parte de la lucha contra la despoblación.
Existe múltiples maneras de evitar otra injusticia para Burgos y para Castilla y León y confiamos en que los diversos representantes políticos locales y autonómicos, incluidos los de los partidos que se sientan en el Consejo de Ministros demuestren su fidelidad hacia su tierra y sus votantes.
Ante la consideración de Burgos como una tierra de sacrificio para satisfacer las ambiciones centralistas y centrífugas, Vía Burgalesa está comprometida a expresar su indignación, a reclamar respeto a la dignidad de los burgaleses y a defender su futuro.
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